Moviéndonos y cantando: “Los pañuelos de los colores del
semáforo” nos hemos dado cuenta que hay diferentes tonos musicales, graves /
agudos, ritmos y diversas formas de expresarnos.
El “ Músicograma de Mozart” nos ha descubierto que
nuestro cuerpo es el mejor instrumento de la música.
Panderetas, maracas, cascabeles, panderos,
platillos…..han formado la orquesta más ruidosa del “Santo Ángel”, pero sus
músicos felices y contentos han imitado y reproducido sencillos esquemas
rítmicos marcados por notas musicales.
Y para finalizar,
qué mejor forma que hacerlo con la ayuda
de una “hormiguita” que relaja nuestro cuerpo…..
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